LA RESPUESTA EDUCATIVA
La respuesta educativa debe basarse en el
respeto y en la consideración de las diferencias individuales y partir de
una necesaria evaluación de las necesidades y competencias del alumno para
poder así adoptar decisiones en cuanto a la modalidad de escolarización más
adecuada para el alumnado, qué recursos personales y/o materiales
necesitan y si es necesaria la adopción de medidas de adaptación de acceso
al currículo o de los elementos que lo integran.
La respuesta educativa del alumnado con síndrome
de Down se organiza del siguiente modo:
1.
Se hace la evaluación psicopedagógica, la evaluación de las
competencias curriculares y el correspondiente informe de evaluación
psicopedagógica. En este proceso participan los profesionales de la orientación
educativa, los maestros que intervienen con el alumno y la familia.
2. El
equipo de orientación educativa emite un dictamen de escolarización y
en él determina la modalidad de escolarización más adecuada, así como,
los apoyos y recursos que el alumno o alumna necesita.
3. Se
adaptan las medidas educativas, los apoyos y los recursos para su enseñanza y
aprendizaje:
·
El diseño y la aplicación de las adaptaciones curriculares
individualizadas.
·
La determinación y aplicación de los apoyos especializados
necesarios
para desarrollar los programas de refuerzo y las adaptaciones.
·
La selección y utilización de los recursos didácticos y técnicos
más adecuados a las posibilidades cognitivas y comunicativas del alumno.
4.
Se adoptan acuerdos para la coordinación del profesorado y de los
profesionales que han de intervenir con el alumno o alumna.
5. Se
determinan los criterios para la colaboración con los representantes legales del alumno o alumna y la información y el asesoramiento durante el proceso educativo.
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